
Lucas Miranda Baños.
Estudiante pregrado Filosofía de
la Universidad de Chile
-Artículo réplica a "Respuesta a la democracia que necesitamos" de Franscisco Díaz -Se hace alusión al texto original del autor "La democracia que necesitamos"
Pretendo hacerle una contrarréplica a Francisco por distintas razones. Primero, porque sitúa la discusión en torno a la dicotomía entre democracia representativa y directa en un plano que no desarrollé por cuestiones de fondo y no por simple descuido. Segundo, porque en ese plano defiende afirmativamente una democracia representativa que subsume en última instancia a los movimientos sociales en la lógica de la política burguesa. Por último, una explicación de qué era lo que pretendía cuando detectaba en los conceptos de Nadine una “ascendencia liberal”.
En la línea de lo primero, debo decir que no pretendía considerar la democracia representativa en tanto que forma política del Estado chileno como una barrera a las demandas del movimiento estudiantil. Es, ciertamente, una barrera pero no la que interesaba destacar a la hora de posicionar la dicotomía entre democracia directa y representativa. Yo reivindiqué la democracia directa como forma de organización de un movimiento social en lucha contra los intereses estructurales del capital, en específico, en el ámbito de la educación; no buscaba, en ese momento, defenderla en tanto forma de organización de una sociedad particular; si esto último hubiese sido mi objetivo, venía al caso analizar la forma específica de la democracia representativa del Estado chileno. Reconozco que algunos de los ejemplos que di, como el de Atenas y el de la sociedad mercantil de Constant podían hacer entender lo segundo, no así los ejemplos de las distintas luchas desde la comuna de París hasta mayo del 68’. En todo caso, aun en los ejemplos “poco afortunados” me interesaba destacar el elemento dinámico-histórico de las luchas que convenían a ciertos tipos de democracia...