El Blog de la CEFH

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jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Cómo, educación de calidad? Señores, por favor, ¡sinceren las cosas!

Por Raúl Isaac Robles Chamorro.
Estudiante pregrado Filosofía
de la Universidad de Chile.

Si mal no entiendo, todo el dilema que en este momento nos perturba, es por la necesidad de una mejor educación; pero, en el proceso de discusión, con la consiguiente imposición de intereses propios, aplicación de dogmas, visiones generales del problema que se basan en egocentrismos, privilegio de los compromisos emocionales; como digo, todo esto nubla, sustituye, ensucia el “objeto puro” del debate, que básicamente está constituido por el concepto de calidad, el cual pasa a las sombras, se muestra una sola cara, y de este modo, la educación se ve reemplaza por ilusiones, se la permuta por “fantasmas”, “quimeras”, quedando un concepto parcial  de lo que es real y concretamente , posibilitando así que la memoria nos engañe con respecto a nuestro compromiso verdadero con ella ( además, hace mucho que no estudiamos, hemos “olvidado” lo que es y parece que por eso creemos que la calidad de estudiante es inherente solo a una matrícula).
     
Si consideramos que la educación posee un privilegio por su importancia en la vida del individuo y en la vida de un país, entonces, para ser consecuentes, debemos darle un trato que esté a la altura de su envergadura. Por esto, para restablecer la importancia que merece “la madre de todas las luchas”, esta debe ser abordada desde una perspectiva que permita una discusión de una índole tal, que nos posibilite acometer la trascendental tarea de hacer un cambio, para mejor, en la educación. Esta discusión deben consistir (y eso se dice) en un análisis profundo, que conlleva escudriñar en lo más recóndito, llegar a los fundamentos, y si es necesario, derrumbar los supuestos carentes de sentido y justificación, para así reconstruir el “edificio” desde cero, con nuevos cimientos, que permitan ir ascendiendo piso a piso con mucho menos suspicacia que al inicio con respecto a la validez de nuestras visiones sobre el asunto. Pero, si somos sinceros y si de verdad queremos llevar a cabo tal labor, si pretendemos emprender la empresa radical de reestablecer la salud de este enfermo que, al ser utilizado como cliché en discursos de muchos, se convierte en cadáver; entonces debemos tener presente que la educación no es un ente concreto, que sea independiente de quienes participan en su existencia. Somos varios sus progenitores, pero como metodología lógica, debemos partir por analizar nuestro aporte (o no aporte), nuestra injerencia en su desarrollo, y en definitiva, nuestra concreta relación con ella.
     
Lo nocivo de la hipocresía y de la ignorancia, a parte de la hipocresía en si y de la ignorancia en si, es no aceptar el que se es hipócrita y el no estar consciente de que se es ignorante. Los conmino a revelar sus verdaderas intenciones, saber el real por qué de la lucha, para poder ponderar el real estado de las cosas, y así, tomar decisiones con un auténtico conocimiento. Me gustaría saber si, como creo, la consigna de “educación de calidad” es sólo una presentación estética (y que por eso no se toma realmente en cuenta)  para algo menos estético (pero el verdadero motivo de todas las movilizaciones), como lo es lo monetario. Y para esto, o sea, para reconocer la verdadera relación que establecemos con la educación, primero debemos saber cuales son nuestros supuestos (ver si son prejuicios o si son ideas racionalmente justificadas), debemos estar conscientes de nuestras capacidades y nuestros limites, y de cual es el esfuerzo que colocamos en hacer de la educación algo de categoría. Todo esto nos permite evaluar cual es nuestro soporte, cual es nuestra “moral” para exigir calidad. Luego, si muchos de los que vociferan su sed de esa calidad, esto es, de maestros más calificados, de clases mejor preparadas, de mayor profundidad en los temas, de mayor exigencia en las asignaturas y sus evaluaciones ( porque para mi esto podría constituir la calidad que tanto se anhela y que debería bañar nuestra educación, entendiendo a esta última en si misma; aunque esto solo si esa es la calidad que se busca, ya que si no es así, solo me imagino que “calidad” tiene que ver con la infraestructura y con lo económico en general, y esto, no va al meollo del asunto, y es una concepción de educación de calidad superflua, o por lo menos secundaria), como digo, si los que desean mejor educación realizaran esa reflexión, esa introspección y se sinceraran consigo mismos, se darían cuenta de que no tienen derecho a reclamar una educación superior a la que han ayudado a fabricar. ¿Cómo exigir mejores profesores si ustedes, sujetos hábiles para protestar, no son capaces, en la actualidad, de ni siquiera ser estudiantes, y menos aún, de ser alumnos de calidad? ¿No les parece irrisorio ser pésimos pupilos y a la vez no querer que algo que depende de ustedes sea mediocre? ¿Acaso creen que los profesores no están calificados para realizar clases que sean dignas para sus mentes? ¿Acaso no sienten alivio cuando cierta asignatura posee un profesor flexible y permisivo, y en cambio, reclaman y sienten hostilidad cuando acontece lo contrario, es decir, cuando aparece un profesor exigente? Les respondo estas interrogantes: están en una tremenda contradicción, en un error, bajo el dominio de la irreflexión y bajo la tutela de la mencionada hipocresía. De verdad, no se de donde se consigue la gallardía para luchar por una educación de calidad y a la vez, en lo que respecta al aporte del alumno, no ser capaz de rendir con lo mínimo.
     
Ustedes legítimamente pueden afirmar “¿de donde saca este sujeto la idea de que no somos buenos alumnos?”, y yo les respondería: “de la experiencia”. Evidentemente no estoy diciendo que todos los alumnos o que todos los alumnos que están realmente movilizados no respondan y no hayan respondido a sus deberes como estudiantes, puesto que no creo en lo absoluto. Sin embargo, he estado presente cuando muchos dicen “solo necesito un 5 (o 4) para aprobar el ramo” “¡aprobé, a penas por una milésima, pero aprobé!” “no es necesario ir a esa clase, de hecho, nadie va a esa clase, pero igual es re fácil aprobarla”, “¡no es necesario ir a clases¡ ( porque me vasta con leer en mi casa, ya que sacarme notas que me permitan pasar es el objetivo de estudiar, ¡eso es estudiar!, y no importa el proceso de aprendizaje, el discutir en la sala de clases con los profesores y compañeros los temas)”, “no es necesario introducirse y entender realmente los temas de los ramos, si de todas formas, con una comprensión mínima puedo aprobar”. Y si de pruebas se trata, que más verídico que el hecho de que compañeros, en determinadas ocasiones, no entregan trabajos, no dan pruebas (no tienen justificación para no haberlas hecho), o dan la prueba pero no estudiaron, con la consiguiente mala nota, o ver como se tratan de posponer fechas de pruebas o trabajos que fueron dadas con  anticipación, con un tiempo prudente para realizar tales exigencias. Todo esto me habla de que nos falta avanzar a un nivel que nos proporcione la legitimidad para poder exigir excelencia. Debemos aprovechar lo que tenemos, para así, tener justificación al exigir más. Podemos considerar que nuestra actual educación es de lo peor, pero, para que la solicitud de calidad no sea una desfachatez, y si algo legitimo, debemos aprovechar al máximo lo que ya poseemos, debemos estrujar y sacarle el máximo de rendimiento a las clases y a los profesores, porque si no sucede eso, pasaremos a ser, y sin ningún derecho a reclamo, el objeto de burlas y de criticas de cualquiera que tenga la inteligencia mínima para ver que estamos siendo irracionales e inconsecuentes al pedir mejorías en lo educacional, pero no tener antecedentes que demuestren que somos dignos de esas mejoras.
     
Les pido que dejen de lado las ideas preconcebidas y comiencen a pensar de verdad, que piensen las situaciones, que las analicen como algo particular, porque eso es lo que son; ya que, por ser tales, o sea, por estar constituido por un conjunto único de características (que se dan en un contexto determinado, nunca equivalente a ningún suceso de su pasado), les es necesario esa nueva y verdadera reflexión; y no sigamos con la simple aplicación de categorías de pensamientos producto de tradiciones, pretendiendo que apliquen a cualquier hecho que se nos presente.

9 comentarios:

  1. Se equivocó de debate, amigo mío. Éste está centrado tanto en la calidad como el acceso, implementación, financiamiento y rol de la educación.
    Si bien comparto en parte la crítica al dogmatismo metodológico presente en la mayor parte de los debates, la irrelevancia del paro no tiene que ver con la calidad de la formación perdida, ni es contradictorio con ese punto de nuestro "petitorio", sino con otros mucho más "abstractos", pero no por eso menos presentes (y, curiosamente, mucho más centrales en las demandas del movimiento estudiantil).
    Argumentar a favor del fin del paro aludiendo a la calidad de la educación es poco eficiente y requiere aceptar presupuestos que, creo, la mayoría de nosotros no comparte. Creer, además, que lo que está mal con ese método es que es CONTRADICTORIO con el espíritu del movimiento es, primero, no cachar nada acerca del movimiento, y, segundo, tener una idea muy vaga de lo que es una contradicción al momento de decidir cursos de acción.
    Estimado, hay suficientes razones, a mi parecer, para estar en contra del paro en este momento como para andar inventando otras nuevas construídas sobre nubes que más encima son inventadas; parte de una estrategia ridículamente transparente por parte del gobierno de trasladar el debate a la noción inespecífica de "calidad" (e, históricamente, éste es un punto levantado falaciosamente por la derecha económica ). Si no me cree, fíjese quién ha dicho más veces "educación de calidad" a secas en todo lo que va del año.

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  2. Soy Raúl, el que escribió el texto. Pablo, entonces ¿la calidad no está en el centro de la discusión? Pero ¿cómo me puedo equivocar de debate si mi punto es “la calidad de la educación” (que se supone que se añora), esencia desde la cual surge todo lo demás, toda otra discusión, y, si además, parte de lo que constituye la educación es “el estudiar” y eso, en parte, tiene que ver con el alumno? Yo sólo hago patente el hecho incuestionable de una visión errónea que concibe un ente, un “algo” un " algo otro llamado educación”, con su respectivo “rol”, que se presupone que es un producto por si mismo y que interviene en nosotros sin que sea necesario un trabajo por parte nuestra. El que tú u otros digan que la calidad ya está en el debate, no implica que realmente esté en el debate. Uno puede decir una cosa y hacer otra. Y mientras no me definan claramente "calidad", se usará el subterfugio de decir que ya está contenida en la lucha, pero que somos nosotros, “los otros”, los que no entendemos ni vemos nada. Así, se podrá afirmar, en todo momento, que la calidad está presente, sin razonamiento en contra que valga.
    Lo que tú me dices, es decir, acceso, implementación, financiamiento y rol de la educación, no tocan el aspecto central, en el cual está inmiscuido el papel del estudiante. Como dije en mi texto, si eso es una definición de educación de calidad, es un definición secundaria, banal e incompleta, pues ¿qué definición de “educación digna”, “de excelencia” o “de calidad” puede dejar fuera lo que acontece en la sala de clases ( y obviamente a sus alumnos y profesores, y a sus respectivas calidades) . Lo de "calidad" lo pregunto, de verdad, para empezar, como dice el título, a sincerar las cosas; porque supongo que a ti, como a mi, te gusta tener claro el verdadero objeto o fin de tus acciones y de las acciones de otros que influyen en tu vida.
    Considero relevante tener conciencia de cual es el asunto de fondo, pues, la consecuencia, aunque no lo creas, es sumamente valiosa, y esto te lo digo porque me queda claro que para ti no es una virtud, una virtud que influya en los resultados (¿no te parece ridículo el hecho de que a un irresponsable se le considere legitimo el hablar de responsabilidad? ¿no te parece un sin sentido incentivar el deporte, a que otros lo practiquen, pero no hacer deporte, no cuidar tu alimentación, tu salud, y ser una persona con sobrepeso? ¿Estimas correcto, acaso, que un violador sea quien deba decirnos cómo hay que tratar a las mujeres? y podría seguir).
    Y por último, e insisto, ¿no te parece de perogrullo, el por lo menos mantener la calidad, en sentido profundo, de estudiante, para luego poder luchar, en sentido profundo, por la educación? ¿No te parece lógico, y sumamente relevante, ser un alumno que responde con lo mínimo, para luego poder luchar por una educación ( en si) mejor? (y perdón que insista en lo de "educación en si", pero a eso es a lo que considero central, pues, ¿qué sacas con tener gratuidad y mejores y más justos métodos de ingreso (obviamente necesarios) si no sinceramos y luego mejoramos la mala calidad de alumnos que hoy en día hay?, ¿O me dirás que la mayoría de esos estudiantes son excelentes, tan capaces que la actual enseñanza que reciben “les quedo chica”? Te invito a echarle un vistazo a la realidad, salvo que no te parezca confiable la experiencia, y más bien, te bases en fantasías y en una profunda fe.
    ¿Acaso consideras que no debemos hacer ningún mea culpa con respecto a lo que hemos o no hecho para hacer de la educación chilena algo mejor? ¿O crees que los estudiantes hemos realizado todo bien y que si la educación es mala, y no esta al nivel de otras, de ninguna manera es, en cierto grado, culpa nuestra?

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  3. Algo de lo que no alcance a percatarme, pero que luego leí con atención es que tu Pablo dices "Argumentar a favor del fin del paro aludiendo a la calidad de la educación es poco eficiente y requiere aceptar presupuestos que, creo, la mayoría de nosotros no comparte" ¿Porque aludir a la calidad de la educación es poco eficiente cuando el asunto en torno al cual giran todas las discusiones (y que toman como piso mínimo para iniciarlas, la idea de que hay que proteger la educación y su minima calidad que posee), ya sea implicita o explicitamente, es la calidad de la educación? ¿Acaso no es por eso que se lucha? ¿Y que pasa cuando el medio para un fin resulta que perjudica, o destruye ese fin, en vez de colaborar a su obtención? ¿Sigue siendo válido? ¿Eres tan iluso para creer que este paro no perjuduca a la educación por la que supuestamente estas luchando? Y finalmente ¿cuales son esos famosos presupuestos de los que hablas y que consideras que "todos" o "la mayoría" comparte? ¿quiénes son esa "mayoría"? ¿son efectivamente la mayoría o son pocos?

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  4. Voy a tratar de responder de forma ordenada a la maraña infinita de preguntas retóricas tratando de centrarme de la forma más breve posible (porque este debate me parece una lata, la verdad)en los temas que, creo, subyacen a lo que estás diciendo.
    Primero, no, no creo que el tema de la "calidad de la educación" como algo que se pueda simplemente "aumentar" sea el debate central. Cómo te puedes equivocar? muy simple, estando desinformado en cuanto a las demandas del movimiento (que, de hecho, son algo de lo que uno se puede informar fácilmente) y dando mucho, mucho, mucho por sentado. Das por sentado, por ejemplo, que es de la "calidad de la educación" que surge todo como una fuente esencial de descontento. Aquí estoy absolutamente en desacuerdo: el punto esencial del que surge el debate es la brutal segregación, desigualdad y mercantilización del derecho a la educación. Esto tiene consecuencias bastante graves, entre las que está la degradación de la calidad, entendida de una forma muy ambigua, de la educación. Pero está LEJOS de ser el único punto en el que se centra todo: le invito a darse una vuelta por el informe de la OCDE en torno a la situación de financiamiento, segregación por clase social, crueldad del sistema de créditos, inserción laboral, nivel de investigación, etc en el mundo, y se dé cuenta del lugar que ocupa Chile en todos los esquemas http://www.oecd.org/document/2/0,3746,en_2649_39263238_48634114_1_1_1_1,00.html. Por otra parte, si tomamos algún estándar de calidad - por ejemplo, los rankings de universidades que circulan por los medios de forma más o menos periódica - las mejores universidades de Chile, si bien estás lejos - muy, muy lejos - de estar en una buena situación académica, no están ni tan cerca en su nivel de urgencia como lo están las otras condiciones entre las que se encuentran las que ya nombré.
    En tu siguiente punto es que llegamos a lo de los presupuestos. Porque no, no me parece de progrullo que la noción de "calidad" incluya todo lo que dices en tu nota o en tus comentarios: buenas notas, presencia en clases, etc. O, si lo incluye, no me parece de perogrullo que estemos en una posición lo suficientemente privilegiada como para establecer qué es y qué no es educación derechamente DE CALIDAD, aunque te concedo en parte el punto de que "falta de educación no puede ser educación de calidad porque, de hecho, no es educación". Pensar que eso es lo que hay en este momento - o derivar que por eso tengamos que volver a clases, me parece de una soberbia argumentativa (una soberbia que no es capaz de darse cuenta de los propios principios en los que basa su posición, y la toma como la única existente, ensalzándola de esencial y, al momento de requerirse una argumentación a favor de la posición, apela a que los otros tienen que fundamentar su cuestionamiento) enorme. El que tiene que fundamentar sus cuestionamientos es usted, porque es usted el que está levantando un punto sobre principios vacíos ojalá de especificación y no de contenido.

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  5. Me parece sumamente lógico ser un alumno que responde con lo mínimo, pero eso no tiene demasiado que ver con el debate tampoco. Qué significa cumplir con lo mínimo? estar en clases? o deberse a una formación completa del programa? Porque te planteo el siguiente problema: qué tiene más que ver con la "calidad" como la estás (sub)entendiendo en tu argumentación? La realización de un semestre truncado - de 10 semanas en vez de 16 - o no realizarlo, y deberse a la ocupación académica completa en una oportunidad en la que esté disponible como una alternativa la realización completa de los contenidos? En esto, de paso, se apoya lo que te dije aparte de la "ineficiencia" de una argumentación a favor del fin del paro basada en una noción de calidad. Primero, como se ha notado supongo, creo que no tienes demasiado claro a qué te refieres cuando dices que la educación tiene que ser "de calidad" o "de excelencia" o lo que sea. Segundo, porque la calidad ya se perdió en este semestre: no es un parámetro de perogrullo con el cual medir y bajo los cuales sopesar los cursos de acción que nos quedan a la mano. Mejores argumentos, que no asumen tanto tanto como lo que estás sacando adelante, es uno basado en la inefectividad real de mantenerse en paro, o la plausibilidad de mantención de uno cuando toda la universidad de chile se está bajando, o el daño que se le hace a la educación pública (que 'también' es un tema central en el debate) al poner en serio riesgo su financiamiento con la pérdida de becas y créditos al no iniciar un segundo semestre. Argumentos para bajar el paro hay muchísimos, y levantar uno de fundamentación tan compleja, especificación tan dudosa e información tan errónea como el que escribes me parece hasta irresponsable.

    Saludos.

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  6. Ya que empezaste con ese tonito altanero y casi insultante, con esa actitud pueril de inflar el pecho, levantar la barbilla y querer decir entre líneas "Mira tú mequetrefe que estás allá abajo, escucha lo que te voy a decir"; me daré una licencia mínima (te aseguro que no querrás que sea realmente irónico, despectivo y duro). Encuentro que está al nivel de "sala de cuna" decir que esto no te interesa, de que tienes mejores cosas que hacer y que te molesta toda esta lata sin sentido, pero que casi como favor para iluminarme a causa de tu “complejo de Mesías”, me respondes. Eso es retórica, pero a diferencia de la mía, la tuya es basura, mala o barata. El escribir ese tipo de cosas no aporta nada, solo a que quedes como un grandísimo idiota. Si esto no te interesa, no respondas y se acabo. Los adultos respondemos cuando algo nos interesa y encontramos que tiene algún valor. Dicho todo esto, te pido, si te interesa, que volvamos al nivel en el que empezamos este debate.
    Entonces, yo "no cacho nada del movimiento" pues, por lo que desprendo de tus palabras, para, como dices, "cachar" realmente el movimiento debo ser parte de ese movimiento o pulular en su contorno, y decirle si a todo, y por el contrario, "no cachar" significa que mi idea no se acopla o está en choque directo con un aspecto ( para mi gravitante) del movimiento, y en este caso particular, con el cuestionamiento a la legitimidad de quienes lo llevan a cabo. Al parecer, si soy externo o antípoda y tengo ideas que tocan la fibra sensible de muchos, y además tengo la "pésima" idea de que me aclares puntos vagos o incompletos de tu argumentación (puntos, a mi entender, claves para comprender tu postura, puntos como los supuestos que "la mayoría comparte", aclaración vital porque son "los supuestos", pero que ni siquiera se nombraron antes de pedirlos, y ni ahora están claros. También, algo que debes revisar, es que solicite precisión no extensión (no son lo mismo) cosa que con mayor razón deberías haber ofrecido si es que, como afirmas, "esto te da lata", y eso lo digo porque fuiste extenso), como digo, si tengo una opinión impopular, no me muevo en el circulo “de los que cachan”, y además, pido aclaración en las ambigüedades que los mismos participantes activos del movimiento caen y ayudan a crear, entonces soy un loco que dice locuras.
    Pedí aclaración porque el que inicio el debate fuiste tú, (pues, al escribir mi texto, sólo dí mi opinión, pero de ahí a que se forme un debate, eso depende de que exista alguien, un segundo personaje, dispuesto e interesado en debatir) como digo, el debate lo iniciaste tú y ¿no te parece soberbio dar una opinión (válida) con respecto a los errores en que supuestamente incurro, pero esperar que encuentre razón a aquello que dices con una argumentación simple, básica, general, de un "circulo privilegiado" sin aclaración para nosotros "los otros" "los ignorantes"? El asunto aquí no es la desinformación de las demandas del movimiento (los dirigentes, gente anónima que es activa y no activa en esta batalla dice que el tema es la educación de calidad, consideran a lo que llamas “las verdaderas demandas” y lo que yo considero “educación de calidad” como el propósito de todo esto. Pero según tú ¿les decimos que cambien su discurso porque el objeto de su lucha mutó o nunca fue lo que creyeron?), el tema trata de cuáles son los limites de los derechos y cuando comienzan la frontera desde la cual se empiezan a dibujar los deberes que sustentan esos derechos, porque hay derechos en la medida en que se cumplen los deberes ¿o no hay deberes y sólo debemos esperar recibir sin dar nada a cambio? ( este comentario continua en el otro comentario, por cosa de espacio)

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  7. El criticar la hipocresía, la deshonestidad, la falta de escrúpulos, la falta de un visión más amplia, la falta de reflexión profunda, la presencia de una lógica gastada de "los buenos y los malos", la critica a la dinámica de "los que no están conmigo son enemigos y debemos destruirlos", todo eso no es ser "de los malos" o "de los que no cachan". Esto se trata de ser hombrecitos y mujercitas y bancarse el que los demás sean o posean la agudeza, que a ustedes les falta, con respectos a sus propias falencias, con respecto al movimiento y con respecto a las fallas en lo que concierne netamente al alumnado. Si se pretende "jugar" este "juego de adultos" como adultos, háganlo, pero háganlo y no reculen y se planteen como “niños” en los momentos en que las fallas incumben a los que tanto quieren seguir "hasta las últimas consecuencias", pero, claramente "hasta las últimas consecuencias de los otros compañeros" (compañeros que no van a poder seguir estudiando por esta "valentía cobarde" o por esa "transparencia no transparente" de ustedes). Se desea ser radical, eso está claro, pero, si se decidió ser radical, entonces asumamos todo lo que implica hacerse un real cuestionamiento de la educación. Se que cuesta hacerse cargo de los errores, es más fácil tratar de evadirlos y dejarlos que se hundan en el olvido con el peso de las cosas que "pegan más fuerte" (que de hecho pegan fuerte) por ser concretas e inmediatas.
    Al hecho de que yo critique la calidad del alumno no le es necesario que esté en desacuerdo con la existencia de injusticias, y que a priori este en desacuerdo con toda movilización, pero no me puedes negar que a posteriori ponga en duda la legitimidad de la lucha concreta (no la teórica, que tiene que ver con el darse cuenta que hay injusticias y de que se deben corregir), y hablo de "lucha concreta" porque la conciencia de los problemas no legítima de una vez por todas y en cualquier momento esa lucha, ya que las cosas en la realidad no se dan aisladas como en la teoría, se dan a la vez o al mismo tiempo. Por lo tanto, la "idea de lucha" o "lucha teórica" se da a la vez, al hacerse concreta, con "el método de esa lucha" se da con "quienes concretizan esa lucha" se dan con "el balance, en base a los hechos, de si esa lucha que se lleva a cabo es legitima realizarla en ese momento particular, en esas circunstancias, con esas personas y con las consecuencias enormes que trae".Y en este universo de aspectos que conforman la lucha concreta esta mi punto, a saber, el "quienes realizan esa lucha" ( con su respectiva "legalidad" para ser precursores de un movimiento por la educación, cuyas criticas a ese modelo educacional en parte son reflejas, o sea, también les atañen, pero que claramente, en base a ti, se niegan a aceptar.
    Si una maquina, eficiente en un comienzo, posee fallas poco visibles pero que apuntan a lo esencial y que poco a poco se van haciendo notorias; pero que de momento siguen ocultas, ¿las dejamos así? Sin embargo, llegará un momento, por el papel de ese elemento que paulatinamente ha estado fallando, en que esa maquina explotará ¿la dejamos seguir porque esa falla en los elementos esenciales es a largo plazo,muy profunda y por ello no necesario traerla a flote, aunque ya se vean sus vestigios al estar presentando ruidos raros, pero que de momento, de hecho, no impide el que funcione y eso es lo único que importa, o sea, independiente de como funcione y de a quienes les explote?

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  8. Encuentro hasta divertido que en la primera línea me hayas tratado de altanero y soberbio, y luego, de idiota, equivocado, y pendejo, llegando a decir que mi retórica es "basura, mala o barata". Esto es divertido especialmente considerando que eres alguien que me cuestionó por 'no considerar que la consecuencia es una virtud'. Incluso dentro de tus propios estándares, estás completa y totalmente fuera de lugar.
    Lo de la iluminación y el complejo de mesías es más inconsecuente todavía, especialmente con frases como "Los adultos respondemos cuando algo nos interesa y encontramos que tiene algún valor."
    Sin embargo, algo de cierto tiene lo que dijiste. Así que, habiendo leído el resto de lo que escribiste en tu último comentario, hasta aquí no más llega mi respuesta.
    Saludos.

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  9. Gané!, jajajajjajajajajajaja. No, broma. Lo que quería decir y qué el señor Contreras nunca entendió (tal vez yo no me expresé bien y tal vez divagué al igual que él)es que muchas veces la aplicación de los medios para conseguir un fin debe ser eficiente, inteligente, pragmática, y no debemos dejarnos llevar por visiones románticas de autosacrificio. No cuestioné el fin, que es legítimo, justo, correcto. Lo que cuestioné es lo inadecuado del método según el contexto y de cierta inconsecuencia de algunos. Amigo, el objetivo no borra los errores o contradicciones que existen en la teroria y en la acción

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