
Por Benjamín Infante.
Concejero FECh Filosofía y Humanidades.
El pleno de federación ha de ser el espacio
de síntesis política de los estudiantes que agrupa la FECh, debería ser la
instancia soberana donde se reúnan los diversos espacios a través de delegados
mandatados e intercambien las posiciones producidas en cada discusión local.
Pero en la realidad, el pleno fech este año se ha visto marcado por su
inoperancia y la poca capacidad de hacer valer las decisiones conjuntas. Esto
ha hecho que la relevancia política se desplace del pleno fech al Consejo de
Presidentes que no debiese ser más que una instancia de coordinación y
preparación de las pautas locales como federativas.
Es indesmentible que existe un problema de
conducción metodológica, alimentada por los vacíos en la teorización del
funcionamiento FECh. No obstante, a medida que gracias al esfuerzo colectivo
hemos pulido aquellas cuestiones operativas, salen a flote problemas de
raigambre más profunda, y ésta es la poca claridad programática del
estudiantado en general.
Ad
portas de comenzar el Segundo Semestre, se hace necesario realizar un balance
tanto para rendir cuenta del cargo que me fue confiado, como para posibilitar
un segundo semestre con objetivos y horizontes claros, un segundo semestre que
nos movilice, pero para vencer.
I.
En qué quedamos?
El
año pasado nos enseñó que no podemos hacer de la Educación un Derecho Social
efectivo sin amenazar las relaciones de dominación que hacen a los actuales
ricos, cada vez más ricos; ni tampoco podemos hacerlo sin extender estas
contradicciones a otras demandas populares. También nos enseñó a afrontar la
movilización con responsabilidad y madurez política, ya que, en movilizaciones
grandes, no son los dirigentes sino las bases las que marcan las pautas.
Asimismo nos enseñó a ser cautos, a comprender los procesos históricos en su
justa dimensión...